¿Qué pasó realmente en las parlamentarias? (Por Gustavo Tovar)

Lo has reflexionado?

Al chavismo le hemos ganado tres elecciones cruciales: el referéndum de la Reforma constitucional 2007 (la cobramos), las presidenciales 2013 entre Capriles y Maduro (no la cobramos) y las parlamentarias 2015 (la cobramos).

¿Has reflexionado sobre cuál fue la causa política que permitió derrotar en esas tres ocasiones al chavismo?

Detengámonos a considerar algo. Las condiciones sociales y económicas en 2007 y 2013 no eran las mismas devastadoras condiciones de desabastecimiento, inflación, corrupción, criminalidad y ese largo etcétera de ruina de 2015. Eran dramáticas, pero no apocalípticas como ahora. Sin embargo, se ganó.

Las condiciones políticas aunque eran autocráticas y avasallantes en esos años tampoco eran este circo macabro de malandraje que estamos padeciendo con Maduro y Cabello. Sin embargo, se ganó.

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¿Qué fue entonces lo que realmente logró la victoria?

La movilización

Sabemos que un importantísimo factor para ganar de manera tan aplastante las recientes elecciones parlamentarias fue el caos total (económico, político, social) que vive el país. Pero también sabemos que el caos no protesta ni vota, el que protesta y vota, el que se moviliza para cambiar la realidad eres tú, somos nosotros, tal como lo hemos hecho.

Fue la movilización contestataria y electoral, guiada por el movimiento estudiantil en 2007, la que llevó a Chávez al entierro y la que inició el paulatino desmoronamiento del chavismo.

Es la movilización social y política -popular- la que ha marcado la diferencia y ha logrado un cambio de rumbo histórico en Venezuela.

 

Tú, movilizado, eres el cambio

En Venezuela ha sido la juventud desde 2007 -¿quién lo niega?- la que se ha movilizado de manera contestataria y electoral para vencer al chavismo. Y cuando digo la “juventud” reúno en ese vasto sustantivo, lleno de vigor y fortaleza moral, a estudiantes, a Capriles, a López, a Tintori, a Machado y a ti, que siendo joven o no, político, activista o un simple ciudadano, te movilizaste cada vez que fue necesario para defender tus derechos y luchar por tu libertad.

Esa movilización la has ejercido tú protestando en las calles, haciendo trabajo político en los barrios, votando y cuidando los votos. La movilización ha dependido de ti.

Tú, movilizado, eres el cambio.

 

El rol militar

Sólo se sale de manera cívica y noviolenta de una dictadura movilizándose social (con protestas, marchas, reivindicaciones) y políticamente (con trabajo comunitario, organización y elecciones). Asociar ambos tipos de movilizaciones es decisivo.

En la resistencia noviolenta, los militares juegan un papel determinante. Aunque siempre o casi siempre son usados para reprimir a la oposición, llega un momento en el que se cansan de hacerlo sobre todo cuando la oposición logra convencerlos de que ellos también son beneficiarios de la lucha por la libertad.

Si no se desafía al poder dictatorial, si no se le enfrenta con movilización, los militares no salen de su zona de confort y por lo general no hacen nada. Su rol -el de los militares- es crucial para evitar un enfrentamiento civil entre facciones políticas antagónicas.

En Venezuela, tanto en las elecciones del 2007 como en las recientes parlamentarias, fue decisiva la participación militar. Cumplieron su rol: evitar un enfrentamiento civil exigiendo que se cumpliera la voluntad popular.

La democracia es la mejor manera de dirimir conflictos políticos, los militares venezolanos lo han entendido así en los momentos de peor dificultad.

 

El sacrificio de Leopoldo López y la movilización internacional

En Venezuela hemos desarrollado con conciencia una estrategia de resistencia pacífica, democrática y noviolenta para liberarnos de la dictadura chavista. Ha sido muy sacrificado, triste y espinoso, pero ha sido la respuesta ciudadana contra el despotismo.

Las protestas pacíficas vinculadas con “la salida”, las espeluznantes violaciones de derechos humanos en las que incurrió el régimen, el injusto encarcelamiento de Leopoldo López y su demencial juicio, sumados a los bochornosos actos delincuenciales del chavismo (el narcoestado y los narcosobrinos) alertaron y sensibilizaron al mundo.

Presidentes, Primeros Ministros, Cancilleres, ex Presidentes e intelectuales, de todas partes y de diferentes corrientes ideológicas se pronunciaron y en un hecho sin precedentes algunos de ellos hasta se “movilizaron” a Venezuela para cuidar la paz social y garantizar que el proceso electoral de las parlamentarias fuese lo más transparente posible.

La contundente victoria de la oposición desvaneció el mito del apoyo popular al chavismo y aclaró muchas de las dudas que existían sobre el talante democrático y noviolento de los opositores venezolanos.

El sacrificio de Leopoldo López, las protestas y sus consecuencias, sirvieron para sensibilizar y movilizar a la opinión pública nacional e internacional.

La movilización triunfó.

 

¿Qué pasó realmente en las parlamentarias?

Lo más corrupto (Cabello), cínico (Rodríguez), criminal (Flores), despiadado (El Aissami) y disparatado (Maduro) del chavismo quedó en evidencia. No cabía otra opción que desmarcarse de ellos y evitar un inútil derramamiento de sangre entre venezolano.

Así fue como insospechadamente un grupo de ex militares (la mayoría chavistas), gobernadores y ex ministros, entre los que encontramos a Arias Cárdenas, García Carneiro, Rangel Gómez, Vielma Mora, Rodríguez Torres, entre otros, unidos al estamento militar activo (donde los mandos intermedios se movilizaron e hicieron mucha presión a Vladimir Padrino), exigieron un respeto cabal de los resultados electorales el pasado 6 de diciembre y se desentendieron de la demencia corrupta y criminal de Maduro, Cabello y compañía.

El chavismo se dividió, sí, pero el chavismo sigue existiendo y está conformando una nueva forma de poder que ve en la figura de María Gabriela Chávez y de Adán su  única posibilidad de renovación y existencia.

La lucha sigue hasta que hayamos alcanzado nuestro sueño de libertad.

 

El cambio ya comenzó

Aunque pueda resultar inquietante para la oposición esa es la realidad con la que hay que convivir. El chavismo existe y tiene mucho poder institucional (ejecutivo, judicial y electoral). La oposición también existe y además de contar con el poder legislativo, tiene el más importante de todos los poderes: el popular.

Vienen tiempos muy difíciles que confrontarán al poder corrupto y criminal de Cabello y Maduro con el nuevo poder chavista que surgió a raíz de las parlamentarias. La oposición, que cuenta con el apoyo popular, está en el medio.

Ojalá los venezolanos entendamos que la democracia es la mejor manera de dirimir nuestras diferencias y nuestros conflictos políticos. Ojalá los tiempos de dictadura, de irrespeto de los derechos humanos, de imposición y despotismo hayan llegado a su fin.

Lo dudo, pero al menos sabemos que tenemos el único recurso social y político que los puede arrinconar y detener: la movilización. Es muy probable que el final de este horror que estamos viviendo derive de una extraordinaria y masiva movilización nacional

Y en ese sentido, conservar la unidad y mantener una cohesión total entre los miembros de la oposición puede definir la transición del chavismo a la democracia.

No hay poder represivo que pueda con toda una nación movilizada.

El cambio ya comenzó.

Gustavo Tovar | Twitter: @tovarr

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